Los ciberataques a bancos llevan años poniendo en jaque a las áreas seguridad de estas organizaciones, pero, en los últimos meses, los reportes confirman un incremento muy relevante de este tipo de delitos.
Tal y como recogía 20Bits en su artículo “Los ciberataques más sonados de 2021 y lo que nos depara este 2022 en cuanto a riesgos de ciberseguridad”, durante el pasado año se observó un aumento del 38% en los ataques de ransomware dirigidos a los consumidores a nivel mundial, al comparar los últimos cinco meses de 2021 (junio-octubre) con los primeros cinco meses del año (enero-mayo). En el caso de las empresas, las posibilidades de sufrir uno de estos ataques en el primer semestre del 2021, aumentaron en un 37% en comparación con el pasado año. Este artículo también se hacía eco de las previsiones para este 2022, que preveían que los ciberdelincuentes continuarían avanzando para garantizar la eficacia del ransomware y que las estafas de criptomonedas, los fraudes y el malware de minería de criptomonedas persistirían.
La ciberdelicuencia es un fenómeno que no para de avanzar en este 2022 y se ha convertido en una amenaza tanto para el sector público como para el privado, comprometiendo la seguridad global de estados, empresas y ciudadanos.
Ataques cibernéticos en Costa Rica
Uno de los países que actualmente está en el punto de mira de los hackers es Costa Rica. “En abril del 2021 se detectaron un promedio de 819 ataques cibernéticos semanales y en lo que se lleva de este mes de abril de 2022 se registran 1.468 ataques por semana. Al menos en las 100 instituciones que, desde el principio de semana, adoptaron medidas de seguridad se detectaron casi 165.000 intentos de hackeo y de software malignos (malware) con diferentes fines que van desde transferencia de información hasta uso de recursos informáticos para minado de criptomonedas”, explica Carlos Cordero en El Financiero. “La digitalización, la exposición internacional y la baja seguridad pueden ser los ingredientes que han creado el cóctel ideal para poner a Costa Rica en la diana de los hackers”, apunta este periodista.
De entre las instituciones que han sido objeto de ataques, destacan algunos bancos del país, así como empresas y organismos oficiales. El periodista de CRHoy.com, Erick Esteban Bolaños, ha tenido acceso a usuarios de estas organizaciones que han sido víctimas de estafas como consecuencia de la vulneración de los códigos de sus plataformas. Estos usuarios, además de mostrarse muy molestos por el ataque cibernético sufrido y las pérdidas económicas derivadas, reclaman responsabilidades y que se lleven a cabo acciones que garanticen su privacidad. En primer lugar, demandan una revisión en profundidad de los protocolos de seguridad de la entidad para evitar que sus datos personales vuelven a verse comprometidos como la implementación de la solicitud de un doble código de verificación para llevar a cabo cualquier transacción.
En segundo lugar, los clientes afectados reclaman a la entidad tener acceso a servicios de alertas en tiempo real ya que, como informa CRHoy.com, “las personas víctimas de estos fraudes no recibieron ninguna notificación de seguridad, una medida que se ha implementado en diversos bancos para reducir el tiempo de respuesta ante cualquier fraude”.
Controlar ciberataques, prioridad absoluta para los bancos
Las entidades financieras deben proteger sus propios sistemas y los datos de sus clientes; la prevención de los ciberataques a bancos es una prioridad de negocio absoluta. En su lucha contra la ciberdelicuencia, intervienen múltiples factores que tienen como objetivo detectar y neutralizar cualquier situación de riesgo.
Los sistemas de alertas asociadas a la banca móvil pueden ayudar a conseguir este propósito, tal y como han puesto de manifiesto los usuarios afectados en Costa Rica. “Desde Latinia llevamos más de 20 años asesorando a nuestros clientes en sus procesos de transformación digital y sabemos de la preocupación del sector financiero por la ciberseguridad. Nuestros productos de comunicación en tiempo real son un excelente complemento a sus protocolos de seguridad, ya que permiten que el cliente pueda identificar una operación fraudulenta en el momento exacto en el que se está produciendo”, explica María José Echeverría, Sales Regional Manager para Centroamérica. “La detección inmediata de este tipo situaciones supone mejorar el tiempo de reacción para prevenir que el ataque se siga propagando sin control”, concluye.