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El cambio climático supone una amenaza existencial para nuestro planeta que exige una actuación urgente por parte de todos los sectores de la sociedad, incluida la industria financiera. La economía mundial está estrechamente vinculada al medio ambiente, y el cambio climático podría perturbar la estabilidad y el crecimiento económicos.
Las instituciones financieras están en una posición única para impulsar un cambio significativo en la batalla contra el cambio climático. Reorientando el capital hacia inversiones sostenibles y adoptando prácticas más ecológicas, los bancos y otras entidades financieras pueden desempeñar un papel fundamental en la dirección de la economía mundial hacia un futuro más sostenible.
En este sentido, la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI) presentó la Alianza Bancaria Neto Cero (NZBA), que establece una hoja de ruta para que los bancos de todo el mundo alineen sus carteras de préstamos e inversiones con emisiones netas cero para 2050. Esta iniciativa representa un paso fundamental para movilizar los recursos y la influencia del sector financiero en la lucha contra el cambio climático.
Mientras desgranamos los ambiciosos objetivos climáticos de la ONU para las instituciones financieras, exploraremos cómo las Directrices NZBA Versión 2 pretenden transformar la banca para un futuro más verde, los principios y objetivos clave que estas directrices establecen y las implicaciones más amplias para el sector financiero y más allá.
Directrices de la versión 2 de la Alianza Bancaria Neta Cero (NZBA) de las Naciones Unidas
La Alianza Bancaria Neto Cero (NZBA), una iniciativa fundamental de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), encarna el compromiso del sector bancario mundial con un futuro sostenible. Formada en abril de 2021, la alianza se convirtió rápidamente en un faro para las instituciones financieras de todo el mundo, señalando un movimiento unificado para alinear las operaciones bancarias con los objetivos del Acuerdo de París – en particular, lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2050.
La versión 2 de las Directrices de la NZBA, publicada en marzo de 2024, supone una actualización significativa que refleja la evolución de la comprensión de lo que se necesita para la transición del sector bancario hacia las emisiones netas cero.
La versión actualizada de las directrices se aplicará a todos los nuevos objetivos y a cualquier nueva iteración de los objetivos existentes establecidos por los bancos miembros de la NZBA después del 22 de abril de 2024.
Las principales actualizaciones de la versión 2 son las siguientes:
- Ampliación del ámbito de aplicación: Por primera vez, las directrices incluyen explícitamente las actividades de los bancos en los mercados de capitales. Se trata de una evolución fundamental, que reconoce que, para muchas instituciones, los servicios relacionados con la emisión de nuevos instrumentos de deuda y capital representan una parte sustancial de su huella de carbono.
- Mayor transparencia e información: Haciendo hincapié en la importancia de la claridad, las directrices actualizadas exigen una información más detallada sobre el progreso de los bancos hacia sus objetivos de emisión neta cero, garantizando que las partes interesadas tengan una visión clara del camino recorrido.
- Objetivos más precisos: La introducción de objetivos más matizados y basados en la ciencia destaca el compromiso de la alianza con la ciencia climática más reciente, garantizando que los esfuerzos del sector bancario estén realmente alineados con los objetivos climáticos globales.
La NZBA no se limita a fijar objetivos ambiciosos, sino que proporciona un marco para la acción. Es una llamada a las armas para que los bancos se replanteen sus operaciones, estrategias de inversión y prácticas de relación con los clientes. Al firmar la NZBA, los bancos se comprometen a adoptar un enfoque riguroso y basado en la ciencia para reducir su huella de carbono, que va más allá de sus operaciones directas para influir en la economía en general.
En medio de estos esfuerzos globales para combatir el cambio climático, Latinia ofrece productos innovadores de toma de decisiones en tiempo real que permiten a las instituciones financieras no sólo alinearse con las directrices de la NZBA, sino redefinir el compromiso con el cliente a través de acciones centradas en la sostenibilidad.
Los motores Critical Events Gateway y NBA (Next Best Action) de Latinia utilizan la arquitectura LIMSP para ofrecer comunicaciones específicas, personalizadas y oportunas, permitiendo a los bancos promover opciones de financiación verde, oportunidades de inversión sostenible y prácticas ecológicas entre sus clientes.
Aprovechando los datos en tiempo real y la inteligencia artificial, Latinia ayuda a los bancos a mejorar su papel en la lucha contra el cambio climático, transformando cada interacción con el cliente en un momento de defensa del medio ambiente y de acción. Este enfoque no sólo se alinea con la ambición de la NZBA de un futuro neto cero, sino que también eleva la experiencia del cliente mediante la integración de la sostenibilidad en el tejido de la banca diaria.
Enumeración de las directrices de la NZBA
En esta sección, enumeramos y describimos brevemente las cuatro directrices fundamentales que sustentan esta ambiciosa iniciativa. Siguiendo estas directrices, los bancos se comprometen a adoptar un enfoque transparente, responsable y basado en la ciencia para reducir su huella de carbono y apoyar la transición mundial hacia una economía baja en carbono.
1. Primera directriz: Fijación y publicación de objetivos
Objetivo: Los bancos deben establecer, divulgar públicamente y comprometerse con objetivos a largo plazo e intermedios para apoyar la transición hacia emisiones netas cero de GEI para 2050.
Aspectos clave: Esto incluye establecer objetivos para 2030 (o antes) y 2050 que estén alineados con un límite de calentamiento global de 1,5 °C, que cubran una mayoría significativa de las emisiones financiadas de un banco en todos o en una mayoría sustancial de los sectores especificados intensivos en carbono.
2. Segunda directriz: Establecimiento de líneas de base de emisiones y presentación de informes
Objetivo: Los bancos deben establecer una línea de base para sus emisiones e informar anualmente sobre su perfil de emisiones, cubriendo tanto las emisiones absolutas como la intensidad de las emisiones.
Aspectos clave: Esto implica revelar el alcance y los límites de las clases de activos y sectores incluidos, la cobertura de las emisiones y las metodologías y métricas utilizadas a nivel de cartera, clase de activos o sector.
3. Tercera directriz: Utilización de escenarios de descarbonización con base científica
Objetivo: Los bancos deben utilizar escenarios de descarbonización ampliamente aceptados y basados en la ciencia para establecer sus objetivos tanto a largo plazo como intermedios, garantizando la alineación con un objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Aspectos clave: Esto incluye basarse en escenarios alineados con un resultado de 1,5°C de fuentes creíbles, como los escenarios del IPCC, y divulgar los escenarios elegidos, los supuestos y los razonamientos que sustentan sus procesos de fijación de objetivos.
4. Cuarta directriz: Revisión y actualización periódicas de los objetivos
Objetivo: Para garantizar que los objetivos sigan siendo pertinentes y ambiciosos, los bancos están obligados a revisarlos periódicamente y, si es necesario, modificarlos para que sean coherentes con los últimos avances de la ciencia climática.
Aspectos clave: Esto requiere una revisión formal de los objetivos al menos cada cinco años, recalibrando los objetivos en función de cambios significativos en la cartera, desarrollos metodológicos o avances en la ciencia climática.
Principios y objetivos clave de las directrices de la NZBA
Las directrices que hemos enumerado introducen principios y objetivos exhaustivos diseñados para dirigir el sector bancario hacia un futuro sostenible. Desglosemos los componentes fundamentales:
Ambición: Alinearse con el límite de calentamiento global de 1,5 °C
La ambición de la NZBA es clara: apoyar la transición hacia una economía neta cero para 2050, con objetivos intermedios que se alineen con la limitación del calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Este ambicioso objetivo requiere que los bancos no sólo reduzcan al mínimo su huella de carbono, sino que también financien activamente la transición a una economía baja en carbono.
Alcance: Ampliación para incluir las actividades de los mercados de capitales
Una actualización fundamental de la versión 2 es la ampliación del ámbito de aplicación de las directrices para incluir las actividades de los bancos en los mercados de capitales. Este reconocimiento de que los mercados de capitales desempeñan un papel crucial en la financiación de industrias intensivas en carbono subraya la necesidad de que los bancos evalúen y gestionen el impacto sobre el carbono de sus servicios de suscripción, organización y asesoramiento.
Objetivos: Fijación de objetivos provisionales y para 2050
Las directrices obligan a los bancos a fijar objetivos intermedios para 2030 y objetivos a largo plazo para 2050. Estos objetivos deben tener una base científica y ajustarse a las vías para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Los objetivos provisionales son cruciales para garantizar una acción inmediata y permitir la evaluación periódica de los progresos hacia el objetivo final de cero emisiones netas en 2050.
Requisitos de información y transparencia
La transparencia está en el centro de las directrices de la NZBA. Los bancos están obligados a revelar anualmente sus emisiones y los progresos realizados para alcanzar los objetivos fijados. Este nivel de transparencia garantiza la rendición de cuentas y permite a las partes interesadas supervisar y evaluar la contribución de los bancos a la lucha contra el cambio climático.
Al adherirse a estos principios y objetivos, los bancos se comprometen a seguir un camino de mejora y adaptación continuas en respuesta a la evolución de la ciencia climática y las realidades económicas. Este compromiso no sólo consiste en reducir las emisiones, sino también en fomentar la resistencia y la sostenibilidad en el sector financiero y en la economía en general.
Estas directrices representan un importante paso adelante en la movilización de los inmensos recursos y la influencia del sector financiero hacia la consecución de los objetivos climáticos mundiales. A medida que las instituciones financieras empiecen a aplicar estos ambiciosos objetivos, toda la economía se verá impulsada hacia una trayectoria más sostenible, demostrando el papel fundamental del sector bancario en la lucha mundial contra el cambio climático.
Implicaciones para los bancos
Las Directrices de la NZBA no sólo marcan el camino para alcanzar las emisiones netas cero, sino que también introducen un enfoque flexible pero responsable para los bancos a través del marco «cumplir o dar explicaciones». Este marco es fundamental, ya que reconoce los diversos retos y puntos de partida de las instituciones financieras de todo el mundo, al tiempo que mantiene la integridad y la ambición de los objetivos de la NZBA.
Entendiendo el marco «Cumplir o dar explicaciones»
- Flexibilidad: Se anima a los bancos a cumplir las directrices de la NZBA lo mejor que puedan, dándoles cierta flexibilidad en la forma en que deciden aplicar las directrices en función de sus circunstancias particulares, ubicación geográfica y capacidad operativa.
- Responsabilidad: Cuando el pleno cumplimiento no es factible, los bancos están obligados a dar una explicación transparente de su incapacidad para cumplir directrices específicas. Este requisito garantiza que todos los bancos miembros mantengan un nivel de responsabilidad ante la alianza, sus partes interesadas y el objetivo más amplio de la acción por el clima.
Cambios operativos y planificación estratégica
Los bancos deben integrar las consideraciones climáticas en sus estrategias empresariales básicas, ajustando sus prácticas operativas, sus marcos de gestión de riesgos y sus procesos de relación con los clientes. El marco de «cumplir o dar explicaciones» exige una profunda inmersión en las prácticas actuales, identificando áreas de mejora e innovación.
La planificación estratégica debe abarcar ahora la fijación rigurosa de objetivos, la elaboración de informes exhaustivos sobre las emisiones y revisiones periódicas, todo ello preparándose para explicar públicamente cualquier desviación de las directrices establecidas.
Aumentar la transparencia y la participación de las partes interesadas
El marco impulsa la transparencia en los esfuerzos del sector bancario por combatir el cambio climático, animando a los bancos a comunicar abiertamente sus progresos, retos y estrategias para alcanzar sus objetivos de emisiones netas cero.
Fomenta un compromiso más estrecho con las partes interesadas, incluidos inversores, clientes y organismos reguladores, proporcionándoles una visión clara del compromiso del banco con la sostenibilidad y permitiendo una toma de decisiones informada.
Análisis comparativo con otras iniciativas mundiales
La Alianza para una Banca con Emisiones Netas Cero (NZBA, por sus siglas en inglés) forma parte de un creciente movimiento global hacia la sostenibilidad en el sector financiero, complementando otras iniciativas dirigidas a integrar los principios medioambientales, sociales y de gestión (ESG, por sus siglas en inglés) en la toma de decisiones financieras.
Aunque la NZBA se centra en alinear a los bancos con las emisiones netas cero para 2050, opera dentro de un ecosistema más amplio de iniciativas, cada una de las cuales aporta perspectivas y enfoques únicos a las finanzas sostenibles. Un análisis comparativo destaca cómo la NZBA se alinea con estas iniciativas, difiere de ellas y las complementa.
Grupo de trabajo sobre divulgación de información financiera relacionada con el clima (TCFD)
Enfoque: La TCFD proporciona un marco para que las empresas revelen los riesgos y oportunidades financieros relacionados con el clima.
Alineación: Tanto la NZBA como el TCFD hacen hincapié en la transparencia y la necesidad de que las instituciones financieras evalúen y divulguen los riesgos relacionados con el clima. Los requisitos de información de la NZBA son complementarios y proporcionan una vía más detallada para los bancos en concreto.
Diferencias: Mientras que la TCFD tiene un alcance más amplio, aplicable a todos los sectores, la NZBA proporciona directrices específicas para la banca para lograr emisiones netas cero.
Principios de Inversión Responsable (PRI)
Enfoque: Los PRI animan a los inversores a utilizar prácticas de inversión responsable que tengan en cuenta los factores ASG para mejorar la rentabilidad y gestionar mejor los riesgos.
Alineación: Ambas iniciativas subrayan la importancia de las consideraciones ASG en las actividades financieras. La NZBA se centra en el papel específico del sector bancario en la financiación de la transición a una economía baja en carbono.
Diferencias: El PRI se centra más ampliamente en las prácticas de inversión en diversas clases de activos, mientras que la NZBA se ocupa específicamente de las operaciones bancarias y su alineación con los objetivos de emisión neta cero.
Iniciativa Objetivos Científicos (SBTi)
Enfoque: La SBTi defiende el establecimiento de objetivos basados en la ciencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e impulsar la acción empresarial sobre el cambio climático en todos los sectores.
Alineación: La NZBA y la SBTi abogan por objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Diferencias: La SBTi proporciona un marco intersectorial, mientras que la NZBA ofrece orientación adaptada a la industria bancaria, centrándose en los retos y oportunidades únicos del sector para hacer frente al cambio climático.
Conclusión
La versión 2 de las Directrices de la Alianza Bancaria Neto Cero (NZBA) marca un momento crucial para el papel del sector bancario en la acción climática, estableciendo un camino claro hacia las emisiones netas cero para 2050. Alinearse con iniciativas globales como TCFD, PRI y SBTi, la NZBA subraya la contribución crítica del sector financiero al desarrollo sostenible.
Este esfuerzo colectivo pone de relieve el poder de las instituciones financieras para influir en un futuro más verde, demostrando que la banca puede ser una fuerza significativa para el cambio ambiental positivo. A medida que avancemos, el compromiso y las acciones de los bancos serán fundamentales para impulsar la transición mundial hacia una economía sostenible y resistente.
Categorías:Sostenibilidad