Barcelona, 21 de febrero de 2019.- “Cloud no es una verdad única ni una estación final de destino, si no un viaje a distintas velocidades, donde debemos ser sensibles y adaptar nuestra oferta a la transición que decidan hacer, y cuando decidan hacerlo, las entidades financieras. Nuestra responsabilidad como fabricante pasa por ayudar a nuestros clientes a progresar paulatina y adecuadamente hasta ese nuevo contexto, de ahí que hayamos desplegado una hoja de ruta con varias paradas y formatos de explotación”, así valoró Oriol Ros, director de marketing, la aproximación de la compañía al mundo cloud.
“¿La pregunta que hay que hacerse es, está mi entidad preparada para un salto que mas que tecnológico es cultural? ¿y con qué velocidad? Pensamos que antes de llegar a un entorno 100% cloud, o cloud nativo, el cliente pasará por etapas híbridas, donde priorizará que su software sea compatible con escenarios preparados para la nube o cloud-ready. Sin prisas, pero sin pausas, el sector de mueve por etapas, de ahí nuestra propuesta de acompañar a la entidad paso a paso”, prosiguió Ros.
“Hemos hecho los deberes según las necesidades, o mas que estas, la realidad de cada cliente, pero la velocidad de desplazamiento la debe marcar el banco al proveedor y no al revés. El banco cuenta con elementos heredados de difícil migración en poco tiempo y que exigirán una adaptación, un acompañamiento, del que queremos ser parte. Diversas líneas de explotación convivirán dentro nuestra oferta; las versiones on-premise convivirán con versiones cloud-ready, preparadas para un salto inminente a la nube, con versiones de nube nativas. Nuestra misión es en ese sentido asegurar la continuidad operativa sea cual sea el escenario de adopción cloud y dar una respuesta paulatina a la velocidad que decida imprimir el banco” finalizó Ros.