El sector financiero está cambiando más rápido que nunca. Lo que empezó como Open Banking, con la apertura de datos bancarios a terceros, ha evolucionado hacia un concepto aún más amplio: Open Finance. Ahora no se trata solo de compartir información bancaria, sino de abrir el acceso a una variedad de datos financieros, incluyendo seguros, inversiones y pensiones.
Este cambio no solo transforma la forma en que usamos los servicios financieros, sino que también plantea nuevas oportunidades y desafíos. ¿Cómo afecta esto a los usuarios? ¿Qué papel juegan los bancos y las fintechs en esta nueva etapa? ¿Y qué impacto tendrá la llegada de la PSD3 en este ecosistema en expansión?
En este artículo, exploramos la evolución del Open Banking al Open Finance, sus beneficios, riesgos y el futuro de la regulación financiera.
¿Qué es el Open Banking?
El Open Banking, o banca abierta, es un modelo que permite el acceso seguro y controlado a los datos financieros de los clientes por parte de terceros autorizados, utilizando APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones). Su objetivo es mejorar la conectividad dentro del ecosistema financiero, facilitando que bancos, fintechs y otros proveedores de servicios desarrollen soluciones más innovadoras y personalizadas.
Este modelo no implica que los bancos dejen de operar como instituciones centrales del sistema financiero, sino que establece reglas para que los datos de los clientes, con su consentimiento, puedan ser utilizados por otros actores para ofrecer nuevos servicios.
En Europa, el Open Banking ha sido impulsado principalmente por la Segunda Directiva de Servicios de Pago (PSD2), que exige a los bancos compartir ciertos datos financieros con terceros autorizados y permite que se inicien pagos sin la intermediación tradicional.
En América Latina, algunos países han seguido este camino con regulaciones específicas, como México (Ley Fintech, de 2018) y Colombia (Decreto 1297) que han definido marcos normativos para estructurar la integración de datos entre instituciones financieras.
En Estados Unidos, el enfoque regulatorio es diferente. En noviembre de 2024, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) finalizó la Open Banking Rule, establecida bajo la Sección 1033 de la Ley Dodd-Frank. A diferencia de la regulación europea, que exige a los bancos compartir datos con terceros, la normativa en EE.UU. se centra en garantizar la portabilidad de datos y en otorgar a los consumidores mayor control sobre su información.
La transición hacia el Open Finance
El Open Banking ha marcado un antes y un después en la forma en que se comparten los datos financieros, pero su alcance se ha limitado principalmente a los datos bancarios, como cuentas y pagos. La evolución natural de este modelo es el Open Finance, un concepto más amplio que extiende la apertura de datos a otros sectores financieros, incluyendo seguros, inversiones, fondos de pensiones y otros productos financieros.
El Open Finance busca ofrecer a los consumidores una visión más completa de su situación financiera y permitir una mayor interoperabilidad entre distintos servicios. Mientras que el Open Banking permite, por ejemplo, conectar múltiples cuentas bancarias en una sola aplicación, el Open Finance aspira a integrar información de diferentes productos financieros en un solo entorno, facilitando la toma de decisiones y el acceso a servicios personalizados.
Según la OCDE, el Open Finance representa el siguiente paso en la digitalización del sector financiero, impulsado por la demanda de los consumidores y la necesidad de innovación en los servicios financieros. La implementación de este modelo también abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio para fintechs y otras empresas, que podrán desarrollar soluciones más completas al tener acceso a un mayor volumen de datos financieros.
Oportunidades y riesgos del Open Finance
El Open Finance promete transformar el sector financiero al ampliar el acceso y la interoperabilidad de los datos financieros más allá de los bancos. Esta evolución trae consigo importantes oportunidades, pero también plantea riesgos que requieren un enfoque regulador sólido.
Oportunidades:
- Mayor acceso a servicios financieros: Permite una gestión más eficiente de las finanzas personales al integrar información de cuentas, inversiones, seguros y pensiones en un solo lugar.
- Impulso a la innovación: Facilita el desarrollo de nuevos modelos de negocio donde fintechs, aseguradoras y otros actores pueden ofrecer servicios financieros más personalizados.
- Aumento de la competencia: La entrada de nuevos jugadores en el sector financiero promueve una mayor diversificación de productos y mejores condiciones para los consumidores.
- Mejora en la experiencia del usuario: La interoperabilidad entre distintos servicios financieros permite automatizar procesos y ofrecer soluciones más eficientes y accesibles.
Retos:
- Gestión y protección de datos: El aumento en la cantidad de información financiera compartida incrementa los riesgos de uso indebido y de brechas de seguridad.
- Privacidad del consumidor: Es fundamental garantizar que los datos solo se utilicen para los fines acordados y que estén protegidos contra accesos no autorizados.
- Fraude y ciberseguridad: Un ecosistema más abierto puede ser un objetivo para ataques cibernéticos, por lo que es clave contar con mecanismos sólidos de autenticación y control.
- Competencia desleal y concentración de poder: Empresas con mayores capacidades tecnológicas pueden obtener ventajas sobre actores más pequeños, afectando la equidad en el mercado.
- Riesgos sistémicos: La falta de regulaciones adecuadas podría generar desequilibrios en el sector financiero, afectando su estabilidad.
Para mitigar estos riesgos, las regulaciones en torno al Open Finance deben enfocarse en garantizar seguridad, transparencia y protección del consumidor. Algunos países ya han comenzado a avanzar en este sentido. En la Unión Europea, la Comisión presentó en 2023 una propuesta legislativa para regular el acceso a datos financieros dentro del marco del Open Finance. En Brasil e India, se han implementado normativas diseñadas para asegurar estándares de seguridad elevados y una supervisión efectiva del uso de la información financiera.
A medida que más países adoptan el Open Finance, el reto será equilibrar innovación y seguridad, asegurando que los beneficios de la apertura financiera no se vean comprometidos por riesgos que afecten la confianza del consumidor y la estabilidad del sistema.
Nuevas regulaciones y su impacto en el Open Finance
El crecimiento del Open Finance a nivel global está estrechamente ligado a la evolución de la regulación en distintos mercados. Las normativas buscan establecer un equilibrio entre la innovación, la seguridad y la protección de los consumidores, facilitando la interoperabilidad y el acceso a datos financieros en un ecosistema cada vez más digital.
Europa: la PSD3 y el fortalecimiento del Open Finance
En la Unión Europea, la PSD3 y el nuevo Reglamento sobre Servicios de Pago han sido propuestos para mejorar la seguridad, la competencia y la transparencia en los servicios financieros.
Aunque la PSD3 sigue en fase de discusión y aún no ha sido implementada, su marco normativo sienta las bases para el Open Finance al definir estándares para la apertura de datos financieros más allá del sector bancario.
Entre los cambios más relevantes, se han definido estándares mínimos para las APIs, garantizando su disponibilidad y eliminando barreras al acceso de datos por parte de terceros autorizados.
Otro aspecto clave es la mayor protección de los consumidores mediante la autenticación reforzada, reduciendo los riesgos de fraude. Además, la PSD3 busca evitar que los bancos bloqueen injustificadamente la apertura de cuentas a nuevos actores del mercado, promoviendo la competencia.
Estados Unidos: la Open Banking Rule y el control de datos
En EE.UU., la regulación ha seguido un camino diferente al de Europa. En noviembre de 2024, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) finalizó la Open Banking Rule, bajo la Sección 1033 de la Ley Dodd-Frank. A diferencia del modelo europeo, que obliga a los bancos a compartir datos con terceros, en EE.UU. el enfoque se centra en garantizar la portabilidad de datos financieros para que los consumidores tengan mayor control sobre su información.
Aunque esta regulación aún está enfocada en Open Banking, es un paso que podría facilitar la evolución hacia un modelo más amplio de Open Finance, donde los datos financieros no se limiten solo a cuentas bancarias, sino que incluyan seguros, inversiones y pensiones.
América Latina: marcos regulatorios en evolución
En América Latina, la regulación del Open Finance todavía no está completamente consolidada. La mayoría de los marcos regulatorios en la región están enfocados en Open Banking, con algunos avances que podrían allanar el camino hacia un modelo más amplio:
- Brasil: Desde 2021, Brasil ha desarrollado un marco normativo en cuatro fases, comenzando con Open Banking y evolucionando progresivamente hacia un modelo de Open Finance. En la última fase de implementación, se amplió el acceso a datos más allá del sector bancario, incluyendo seguros, inversiones y planes de pensiones.
- México: La Ley Fintech (2018) sentó las bases del Open Banking, pero aún no se ha implementado una regulación específica para Open Finance.
- Colombia: En 2022, el Decreto 1297 reguló la iniciación de pagos y la comercialización de datos financieros, pero todavía no hay un marco consolidado para Open Finance.
- Chile: Está en proceso de desarrollar una Ley Fintech que incluirá regulaciones para Open Banking, pero su implementación sigue en fase de discusión.
A medida que más países establecen regulaciones específicas, el Open Finance se consolida como un modelo que promueve la digitalización del sector financiero, con normativas que buscan garantizar un equilibrio entre innovación y seguridad.
Adopción global del Open Finance
El Open Finance sigue expandiéndose en todo el mundo, con un crecimiento significativo impulsado por la digitalización, el auge de las fintechs y la necesidad de mayor interoperabilidad en los servicios financieros. Según el informe de Belvo, en 2022 el mercado global de Open Finance alcanzó los 9.870 millones de dólares, con América Latina posicionándose como una de las regiones con mayor potencial de expansión.
Según un análisis de Allied Market Research, el mercado de Open Banking, como base del Open Finance, alcanzará los 43.152 millones de dólares en 2026, lo que refleja la velocidad con la que se está expandiendo este modelo financiero.
En términos de regulación, el informe de Funcas señala que en el primer trimestre de 2024, 69 países habían implementado algún tipo de regulación sobre banca abierta, lo que podría allanar el camino para la adopción de Open Finance en algunos mercados..
A medida que más países avanzan en la implementación de Open Finance, la tendencia apunta hacia un ecosistema financiero más integrado, con oportunidades para la creación de nuevos modelos de negocio y una mayor accesibilidad para los consumidores.
América Latina, una región clave
La adopción de Open Finance en América Latina ha sido impulsada por factores como el acceso creciente a internet, el auge de las fintechs y la necesidad de mejorar la inclusión financiera. Según GSMA, en la región existen 440 millones de suscripciones móviles, con un 70% de la población conectada a internet, lo que facilita la expansión de servicios financieros digitales.
El informe de Belvo destaca que el sector fintech ha experimentado un crecimiento acelerado en la región, con 735 empresas fintech operando actualmente, y una inversión acumulada de 6.500 millones de dólares en rondas de financiamiento recientes.
Además, la adopción de Open Finance en América Latina ha sido respaldada por la industria financiera. Según una encuesta realizada por Belvo, el 84,8% de los profesionales fintech en la región consideran que cada vez más empresas adoptarán modelos de Open Finance en el corto plazo. Los segmentos más beneficiados por esta tendencia son los servicios de crédito (39,3%), la puntuación de crédito (22,3%) y las herramientas de gestión financiera personal (18,8%).
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Para aprovechar al máximo el ecosistema Open Finance, las entidades necesitan soluciones tecnológicas que les permitan procesar información en tiempo real, automatizar decisiones y garantizar la seguridad de los datos.
En Latinia, con más de 20 años de experiencia en la industria bancaria, ayudamos a los bancos a ser pioneros en digitalización, ofreciendo herramientas avanzadas de análisis en tiempo real, personalización y gestión de eventos críticos. Nuestras soluciones permiten a las entidades financieras convertir las comunicaciones en una ventaja competitiva, optimizando la interacción con los clientes y garantizando la protección de los datos.
Personalización y recomendación en Open Finance
Con Open Finance, los bancos tienen acceso a más datos financieros que nunca. Sin embargo, para que esta información sea útil, es fundamental contar con herramientas que permitan procesarla y generar recomendaciones personalizadas en tiempo real.
El motor de decisión en tiempo real de Latinia analiza los datos transaccionales de los clientes y activa recomendaciones de productos o servicios en función de sus necesidades. Gracias a esta tecnología, los bancos pueden:
- Personalizar ofertas basadas en el comportamiento del usuario y su historial financiero.
- Optimizar la interacción con el cliente enviando mensajes en el momento adecuado.
- Impulsar la conversión de productos financieros, como seguros, inversiones o líneas de crédito, adaptando las propuestas a cada usuario.
Ejemplo: Si un usuario realiza una transferencia a una plataforma de inversión, el banco podría enviarle una oferta para un producto financiero complementario, como un seguro de inversión, a través de notificaciones en tiempo real.
Seguridad y prevención del fraude en un entorno Open Finance
El Open Finance permite que múltiples actores accedan a los datos financieros de los clientes, lo que aumenta la exposición a posibles fraudes o accesos no autorizados. Para mitigar estos riesgos, los bancos deben contar con sistemas que detecten patrones anómalos en tiempo real y activen mecanismos de seguridad inmediatos.
Con el Cristical Events Gateway de Latinia, las entidades pueden procesar 50.000+ reglas por segundo, lo que permite identificar actividades sospechosas y enviar alertas críticas a los clientes antes de que se produzcan fraudes.
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- Detección proactiva de fraudes y activación de alertas instantáneas.
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Ejemplo: Si se detecta un intento de acceso desde un país no habitual o una compra sospechosa, Latinia puede enviar una notificación al usuario para confirmar si la transacción es legítima antes de procesarla.
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