La migración al cloud forma parte de la mayoría de las agendas tecnológicas de las instituciones financieras, y aunque su implementación se encuentra aún en una fase preliminar para gran parte del sector, va tomando cada vez más impulso.
Este cambio de tendencia hacia el cloud computing por parte de la banca, es una de las conclusiones que se extrae de una reciente encuesta realizada por la consultora McKinsey, que recoge que “sólo el 13% [de los líderes en servicios financieros encuestados] tenía la mitad o más de su huella informática en la nube. Pero la migración a la nube está cobrando impulso. Más de la mitad de los encuestados -el 54%- afirmó que espera trasladar al menos la mitad de sus cargas de trabajo a la nube pública en los próximos cinco años.”
En este sentido, Ron Shevlin, Senior Contributor para la revista Forbes, hace referencia en su artículo “The Two Things Banks Get Wrong About Cloud Migration”, al informe publicado por Cornerstone Advisors’ 2022 “What’s Going On in Banking”, que corrobora este giro tecnológico hacia la nube y afirma que “dos tercios de los bancos y cooperativas de crédito de EE.UU. ya tienen -o esperan tener a finales de 2022- aplicaciones que funcionan en la nube”. Este artículo explica cómo la migración al cloud se ha convertido en uno de los retos más relevantes para la banca en la actualidad: “el reto es la transición a la nube y la sustitución de sistemas y aplicaciones que podrían aumentar la eficiencia y la eficacia -y tal vez incluso proporcionar una ventaja competitiva- al estar en el cloud.”
La migración al cloud, una prioridad para el sector financiero y para Latinia
“Los bancos deben afrontar la adopción del cloud de una manera prioritaria con el objetivo de avanzar en su transformación digital y, sobre todo, para seguir siendo competitivos en una industria financiera en la que los servicios fintech y compañías nativas digitales están incrementando su cuota de mercado” afirma Marc Alcón, CEO de Latinia. “En Latinia ya hemos desarrollado e implementado proyectos de migración a la plataforma cloud con varios de nuestros clientes y seguiremos adelante con esta estrategia, convencidos del potencial de esta tecnología”, concluye.
McKinsey también apuesta claramente por incentivar al sector financiero a que emprenda este reto tecnológico como una parte fundamental de su proceso de digitalización: “las instituciones que no definan una aspiración global y no pongan en marcha los factores de éxito adecuados para alcanzarla, no conseguirán captar el valor de la nube.”
“La rapidez con la que las instituciones financieras pueden migrar a la nube determina la rapidez -y la eficacia- con la que pueden completar su transformación digital”, afirma Ron Shevlin para Forbes.
¿Cómo acelerar la migración al cloud?
Según la consultora McKinsey y en base a su experiencia trabajando con varias instituciones financieras en sus procesos de migración, los bancos deben prestar especial atención a tres palancas de aceleración:
- Estrategia y gestión: las ventajas que el cloud puede aportar a la compañía deben compartirse con la totalidad de la empresa y el discurso debe articularse en clave de beneficios como su escalabilidad, eficiencia y elasticidad. Tal y como McKinsey explica, “las instituciones deben poner menos énfasis en el valor teórico de la nube y utilizar el caso de negocio como una guía práctica de su valor real, lo que facilita que la organización entienda y apoye los objetivos de una migración.”
- Adopción del dominio empresarial: las unidades de negocio y tecnología deben funcionar de forma sincronizada y transversal. McKinsey recomienda “iniciar la migración a nivel de dominio -un producto, servicio o función completa, como la suite de comprobación o la base de seguridad- en lugar de trasladar aleatoriamente aplicaciones dispares.”
- Capacidades fundamentales: una de las acciones más importantes a la hora de diseñar una estrategia de migración al cloud es automatizar todo lo que sea posible. “Dado que la nube es tan dinámica (los nuevos servidores pueden entrar en funcionamiento según sea necesario y su capacidad puede ampliarse para hacer frente a picos de uso imprevistos), la automatización de las finanzas puede ayudar a señalar o ajustar los problemas financieros para mantener los costes en línea con los objetivos de la empresa”, explica la consultora en su informe.